La
decisión final depende de uno mismo. Debes tener en cuenta varios
factores. Los bastones son útiles sobre todo en las bajadas cuando la
persona tiene las rodillas delicadas. En las subidas también sirven de
ayuda. Pero si la ruta es de llaneo y nuestras articulaciones ofrecen
aún garantías, quizás no sirvan de mucho los dos bastones y con uno
baste.
Un solo bastón sí suele ser útil pues sirve para vadear un pequeño riachuelo. También ofrece protección ante perros sueltos que puedan visitarnos cuando pasamos cerca de alguna propiedad. Y puestos a explorar utilidades pueden servir incluso para ayudarnos fabricar un pequeño toldo que dé sombra para una siesta en plena caminata.
No obstante, abusar de los bastones puede crear dependencia y no son pocos los casos en que el senderista que un día los olvida (o los presta solidariamente a alguien que considera los necesita más) de repente siente que le falta el equilibrio.
Por otro lado, si la ruta tiene tramos empinados hasta el punto de que hay que poner las manos y trepar, el bastón empieza a ser un estorbo. En este caso hay que asegurarse antes de empezar la marcha de que nuestra mochila tiene enganches para llevar los bastones y haber practicado antes cómo colocarlos, ya que si te pones a probar en plena ruta retrasarás al grupo y empezarás a caer mal.
Igualmente, si toca bajar por una zona escarpada usar los bastones como un tercer apoyo puede ser muy útil, pero a la vez arriesgado pues un fallo en este apoyo extra, bien por deslizamiento o porque se pliega solo al ser telescópico, puede acabar en una fatal caída.
Estos son solo algunos ejemplos del papel que desempeñan los bastones en una ruta. En general, es aconsejable su uso, pero siempre teniendo en cuenta qué situaciones podemos encontrar en la montaña y cuándo nos van a sobrar.
Un solo bastón sí suele ser útil pues sirve para vadear un pequeño riachuelo. También ofrece protección ante perros sueltos que puedan visitarnos cuando pasamos cerca de alguna propiedad. Y puestos a explorar utilidades pueden servir incluso para ayudarnos fabricar un pequeño toldo que dé sombra para una siesta en plena caminata.
No obstante, abusar de los bastones puede crear dependencia y no son pocos los casos en que el senderista que un día los olvida (o los presta solidariamente a alguien que considera los necesita más) de repente siente que le falta el equilibrio.
Por otro lado, si la ruta tiene tramos empinados hasta el punto de que hay que poner las manos y trepar, el bastón empieza a ser un estorbo. En este caso hay que asegurarse antes de empezar la marcha de que nuestra mochila tiene enganches para llevar los bastones y haber practicado antes cómo colocarlos, ya que si te pones a probar en plena ruta retrasarás al grupo y empezarás a caer mal.
Igualmente, si toca bajar por una zona escarpada usar los bastones como un tercer apoyo puede ser muy útil, pero a la vez arriesgado pues un fallo en este apoyo extra, bien por deslizamiento o porque se pliega solo al ser telescópico, puede acabar en una fatal caída.
Estos son solo algunos ejemplos del papel que desempeñan los bastones en una ruta. En general, es aconsejable su uso, pero siempre teniendo en cuenta qué situaciones podemos encontrar en la montaña y cuándo nos van a sobrar.
3 comentarios:
Me ha gustado el comentario de los bastones, y tiene mucho de cierto claro es que.....es complicado, y depende de cada persona. Creo que es personal ningún senderista debe imitar a otro, porque lo que es bueno para uno no lo es para lo demás. Sucede lo mismo con el calzado, ropa etc. Se puede tener una orientación y nada mas. Por mi parte, ya no soy joven y padezco de "fibromialgia" y "osteoporosis" con alguna hernia vertebral de regalo, entonces utilizo dos bastones pero fijos, los plegables no sé, para mi no son tan seguros. Está bien la información. Mejor tenerlo en cuenta. Gracias.
Respecto a mi primer comentario, quiero añadir que mi salud ha mejorado bastante pero bastante. He recuperado fuerza en las piernas y brazos, muy bueno para evitar caídas. También ha disminuido el dolor.Los especialistas médicos que me tratan,me recomiendan los dos bastones, aunque al principio se puede ir mas lento, hasta que tienes práctica. Me incomoda cuando tengo que coger algo de la mochila y no quiero parar para no perder el ritmo del grupo, entonces.... siempre agradezco a los compañeros(as) que me ayudan en la tarea. Con esto espero que la gente no tenga miedo si padecen una dolencia, y se incorporen a este deporte, siempre bajo prescripción médica. Un saludo a todo el club, y gracias por el empeño que ponen para mejorar día a día.
ME ALEGRO MUCHO DE QUE HAYAS MEJORADO BASTANTE MONAGO PEREZ,YA ESTAMOS DESEANDO VOLVER A CAMINAR CON VOSOTROS Y CON TODO EL GRUPO,PUES OS HECHAMOS MUCHO DE MENOS.UN SALUDO A TODO EL GRUPO.
Publicar un comentario