Una buena idea es una "microparada técnica" al cabo de 15 o 20 minutos de marcha que nos servirá para que todo el mundo se reajuste para mayor confort, es decir el que ha empezado con desmasiada ropa (error muy frecuente), se quite ropa, al que le molesta la mochila se la arregle, a quien se le ha aflojado un cordón se lo apriete, etc. de esa forma todo el mundo estará en condiciones óptimas y evitaremos el "goteo" de paradas cuando cada uno tiene que arreglar una cosa.
La sensación de fluidez o "segundo soplo".
Un efecto muy habitual es que al principio de la excursión nos cuesta andar, pero que de repente nos sentimos contentos, libres y fuertes, "nos comemos el mundo", esto es simplemente la externalización de un efecto fisiológico: nuestro cuerpo se ha acelerado, llega más sangre a todos sitios, el cuerpo se prepara para una posible "lucha" (el cuerpo no sabe que estamos de excursión), libera hormonas y los músculos están más sueltos, en otros tiempos dicha preparación nos habría servido para sobrevivir.
La constancia
Un error también habitual son los continuos cambios de ritmo durante la marcha para superar las dificultades. Esto genera ineficicencias en nuestro organismo a las cuales responde con mayor cansancio o agotamiento. DEBEMOS REGULAR LA VELOCIDAD con la longitud del paso principalmente y mínimamente con cambios de ritmo, es decir:
- Terreno llano: Paso largo, ritmo un poco más rápido.
- Terreno difícil: Pasos cortos y ritmo un poco más lento.
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